Mis reflexiones sobre el Advaita
(La no-dualidad, el corazón de la verdad)
por Medardo RiveraIntroducción
Estas reflexiones las escribo por las siguientes razones:
- He intentado poner de una manera didáctica y sencilla los temas más relevantes del Advaita;
- Estas reflexiones las escribo como un complemento a las charlas mantenidas con varios de mis amigos más allegados, a quienes les dedico.
- Tengo la pretensión de establecer un marco referencial para los sinceros buscadores de la verdad, permitiéndoles ahorrar mucho tiempo y esfuerzos, evitándoles caer en verdaderos "atascos" que demoren su avanzar como, por ejemplo, el ideal de "enderezar el mundo".
Nosotros pensamos que oímos con nuestros oídos y que vemos con nuestros ojos, pero lo que realmente oye y ve es la eseidad [la consciencia de ser].
Capítulo 1: Las bases
Pregunta 1: ¿Qué es la búsqueda espiritual?
Respuesta: Es la necesidad vital de conocer la verdad acerca de, al menos, una de estas preguntas:
Respuesta: Es la necesidad vital de conocer la verdad acerca de, al menos, una de estas preguntas:
- ¿Cuál es mi verdadera esencia?;
- ¿Cómo llegué a existir?; y,
- ¿Qué hay después de la muerte?
Si no es una necesidad vital, no se trata de una búsqueda espiritual; es tan solo una simple curiosidad intelectual. El énfasis en el Advaita es encontrar una respuesta experimentable a la pregunta ¿cuál es mi verdadera esencia?; la respuesta a las otras es el complemento de ésta.
P 2: ¿Por qué no se incluye en las preguntas algo relacionado con Dios?
R: Porque resulta casi imposible tener un criterio común de lo que se entiende por "Dios", aún entre sus mismos seguidores o adoradores; no así con los aspectos planteados, ya que éstos son intrínsecos y asequibles a todos.
R: Porque resulta casi imposible tener un criterio común de lo que se entiende por "Dios", aún entre sus mismos seguidores o adoradores; no así con los aspectos planteados, ya que éstos son intrínsecos y asequibles a todos.
P 3: ¿No son estas las típicas preguntas que responde la religión?
R: Sí. Pero, por desgracia, la religión solo tiene las típicas respuestas que satisfacen únicamente la curiosidad intelectual.
R: Sí. Pero, por desgracia, la religión solo tiene las típicas respuestas que satisfacen únicamente la curiosidad intelectual.
P 4: ¿No es lo mismo la búsqueda espiritual que la religión?
R: No. Es como si pensáramos que el tener hambre es lo mismo que un curso de cocina de alguna región exótica; tampoco hay que pensar que saber preparar deliciosas y extraordinarias comidas es saber de dietética.
Nota: A veces, el estudio del "libro sagrado" de alguna religión puede despertar la búsqueda espiritual (o que, inducido por esta búsqueda, se llegue a estudiar algún libro sagrado) pero es un error común confundir lo uno con lo otro; el estudio de los libros sagrados o de las religiones se enmarca en el ámbito de la teología. Tal como se dice que "la música empieza donde terminan las palabras", a pesar de que el sonido musical es el generador de la palabra; así puede decirse que la búsqueda espiritual (como lo plantea el Advaita) empieza donde termina la religión, aunque esta búsqueda debería ser la base de toda religión que se precie de serlo.
R: No. Es como si pensáramos que el tener hambre es lo mismo que un curso de cocina de alguna región exótica; tampoco hay que pensar que saber preparar deliciosas y extraordinarias comidas es saber de dietética.
P 5: ¿Hay algunas pautas o principios fundamentales que orientan el avance o la investigación en el Advaita?
R: Sí, éstos son:
R: Sí, éstos son:
- Lo existente no es sinónimo de lo real. Solo es real aquello que no cambia y está libre de la causalidad; es decir, solo es real lo absoluto, la inmutabilidad sin causa. Así, la búsqueda espiritual apunta hacia la búsqueda de lo real en cada ser.
- No hay nada que no pueda ser investigado, no hay dogmas ni misterios, pero todo lo que se investigue debe estar relacionado con uno mismo y con la búsqueda espiritual. Así, por ejemplo, la búsqueda de la paz mundial es un ideal muy noble, pero no es la búsqueda espiritual. Aferrarse a afirmaciones como "Dios todo lo puede", "De Dios no se puede decir nada", "Yo solo creo en…", etc. es, simplemente, negarse a investigar.
Hasta una noble verdad comoLo mejor que se puede hacer acerca de la verdad es guardar silencio
puede ser usada por alguien como "sabia justificación" a su pereza mental. - Un concepto o una teoría, por más "científica" que sea, no es sino un intento de explicar un hecho o un evento, pero no es el hecho en sí; así, por ejemplo, la fórmula para calcular la fuerza gravitatoria no es dicha fuerza en sí, ni mucho menos el campo gravitatorio.
- Nada debe tomarse por verdad hasta que se haya experimentado por sí mismo; es decir, la experiencia de otra persona, por muy sublime que sea (la persona y/o la experiencia) no sirve de mucho; a lo sumo, para avivar nuestra búsqueda espiritual. Tampoco se debe tomar alguna cita de un libro sagrado o alguna creencia cultivada desde siempre como prueba de la verdad (
las creencias son las malas hierbas en el jardín de la verdad; y el discernimiento, su jardinero
). - La verdad no deja de ser verdad porque tu "libro sagrado" no lo menciona o porque contradice o no concuerda con tus creencias y/o convicciones. Ya Wayne Dyer lo dijo:
Tu nivel más alto de ignorancia es cuando rechazas algo de lo cual no sabes nada
. - Lo que tenga que esperar el estar muerto para ser conocido o experimentado, es una patraña.
- Hay que dejar de lado cualquier concepto o prejuicio que se tenga sobre lo que se está investigando, evitando ajustar las conclusiones o las experiencias a nuestras expectativas; esto es, debemos ser totalmente honestos con nosotros mismos.
Así, en el Advaita, todo conocimiento o experiencia debe pasar por el tamiz de estos principios fundamentales. (
Buscad la verdad, y la verdad os hará libres).
Conjuntamente con estos principios hay que tener presente las siguientes aclaraciones:
- Consciencia, para el Advaita, es la capacidad de reconocer y comprender, y una sensación de presencia. En la vida cotidiana, lo que se reconoce y se comprende es una percepción y su correspondiente reacción (física y/o mental). Tres elementos son imprescindibles para que se manifieste la consciencia: la percepción provocada por un estímulo (externo o interno), la reacción (que puede ser un simple pensamiento o una emoción) y la sensación de presencia; esto es: lo conocido, el conocimiento y el conocedor, respectivamente.
- Conocimiento no es sinónimo de comprensión o entendimiento. Se puede comprender perfectamente un concepto o una teoría sobre algo, pero solo se conoce aquello que ha sido experimentado por uno mismo; así, por ejemplo, se puede entender lo que es el comer o el beber, pero esa comprensión no es el acto ni la sensación de comer o de beber; como tampoco el hambre de uno se sacia por el hecho de ver comer a otro.
- Todo lo agregado o adherido se desagrega o se desprende, y sus partes constituyentes vuelven a su estado inicial.
- Lo infinito no es una referencia a un agregado interminable de cosas finitas, sino a la ausencia de límite y/o de forma.
- Lo eterno no implica una interminable permanencia en el tiempo, ya que el tiempo es, intrínsecamente, la percepción de cambio que se evidencia en un "antes" y un "después" en lo observado o percibido y/o en el observador o percibidor; por ejemplo, frente a un objeto que permanece sin cambio, un observador percibe que dicho objeto "hoy" está igual que "antes"; en este caso, el cambio se ha dado solo en el observador. Así, pues, solo en lo inmutable no hay percepción del tiempo, y por eso solo lo inmutable es eterno.
- En el Advaita, cuando se hace alude a "el Ser" no se refiere a un personaje, a un "alguien" o a un "ente", sino a la acción de ser o de existir; tal como "el jugar" no hace referencia a un jugador, sino a la acción de jugar.
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