domingo, 29 de octubre de 2017



El deseo de alcanzar la iluminación

por David R. Hawkins Extractos de: el ojo del yo
David R. Hawkins
A menos que uno haya caído sin intentarlo y sin esfuerzo previo en un estado de iluminación de la consciencia, tal como ocurrió con algunos santos como Ramana Maharshi durante su adolescencia, la ruta más común es comenzar por desear el estado iluminado. Buda decía que aquellos que oyen hablar y saben de la iluminación ya nunca se sentirán satisfechos con nada más que con ella y que, por tanto, el fin es seguro.
A veces, el buscador se esfuerza mucho y pone gran perseverancia en su empeño, tras lo cual llega el desánimo. En este estadio, el ego asume que hay un "yo" que busca un "eso" (el estado de iluminación), y así intenta redoblar sus esfuerzos.
Tradicionalmente, los senderos que llevan a Dios pasan por el corazón (el amor, la devoción, el servicio desinteresado, la entrega, el culto y la adoración) o por la mente (Advaita, o el sendero de la no-dualidad). Cada sendero puede parecer más cómodo en un momento u otro, o pueden alternarse en el énfasis que se pone en ellos. Sea cual sea el camino, el obstáculo estriba en pensar que es un yo personal, un "yo" o un ego el que está haciendo el esfuerzo, el que está buscando, o que es él el que tiene que ser iluminado. Es mejor darse cuenta de que no hay tal ego o tal identidad de "yo" que haga o busque nada, sino que es un aspecto impersonal de la consciencia el que lleva a cabo la exploración y la búsqueda.
Sería más adecuado el enfoque de dejar que el amor de Dios reemplace a ese impulso deliberado que está dirigiendo la búsqueda. Uno se puede liberar de todo deseo de búsqueda y darse cuenta de que la idea de que hay algo más aparte de Dios no es más vanidad. Es la misma vanidad que reivindica la autoría de las propias experiencias, pensamientos y acciones. Con la adecuada reflexión, se puede ver que tanto el cuerpo como la mente son el resultado de las innumerables condiciones del universo, y que uno es, en todo caso, el testigo de esta concordancia. A partir de un amor a Dios sin restricciones, surge la disposición a someter todas las motivaciones salvo la de servir a Dios de la forma más completa. Ser sirviente de Dios se convierte así en la propia meta, más que la de la iluminación. Ser un canal perfecto del amor de Dios es rendirse completamente y dejar a un lado la búsqueda de una meta por parte del ego espiritual, y el gozo se convierte en el iniciador del posterior trabajo espiritual.
A partir del gozo y de la humildad, el resto del proceso viene solo. Uno se da cuenta de que el proceso de búsqueda espiritual, en su totalidad, está activado por la atracción del destino último por tomar consciencia del Yo, más que verse impulsado por un ego limitado. En lenguaje ordinario, se podría decir que uno está siendo estirado hacia el futuro, en vez de ser impulsado por el pasado.
Es obvio que, a menos que uno esté destinado a la iluminación, ni siquiera estaría interesado en el tema. Aspirar siquiera a tal estado es, en realidad, bastante raro. En toda su vida, una persona normal no llega a conocer siquiera a otra persona que esté interesada en la iluminación por encima de cualquier otra cosa. El sendero puede ser arduo y exigente.
En occidente, no existe un papel aceptado o tradicional para el buscador espiritual. No se espera de uno que, al terminar con sus quehaceres en el mundo, se retire para pasar el resto de su vida en una búsqueda espiritual de la verdad que excluya todo lo demás.
En algunos países, como la India, el sendero espiritual está tradicionalmente aceptado como algo normal en el desarrollo de la persona. En occidente, el estudiante espiritual serio suele verse obligado a juntarse con personas parecidas a él, las cuales a menudo se las considera sospechosas, como marginados de la sociedad, a menos que entren en un monasterio o en un seminario de teología.

Mantener la propia vocación

Los puntos de vista espirituales no son demasiado populares en nuestra sociedad en general. Pero no es necesario imponer los propios puntos de vista a los demás. El mejor proselitismo se hace con el ejemplo, más que con la coerción o tomando a la gente por las solapas. Influimos en los demás por lo que somos, más que por lo que decimos o hacemos. Expresar puntos de vista que son contrarios a la opinión pública puede ser digno de alabanza en términos sociológicos, pero lleva al conflicto y al enredo en las discusiones, así como a la discordia en el mundo. La búsqueda de "causas" es el papel del reformador social y político, que es una actividad diferente de la del buscador de la iluminación. Esfuerzos dignos de encomio se pueden ver como merecedores de apoyo y simpatía, pero son también posicionamientos perceptualmente definidos, con limitaciones intrínsecas. La implicación en los asuntos de la sociedad es un lujo al cual debe renunciar el buscador de la iluminación espiritual.
Cada persona tiene su propio karma o destino que cumplir, y conviene no confundir estas misiones. Los santos que han existido a lo largo de la historia elevaron ciertamente a la humanidad, y fue tal la naturaleza de sus respectivas misiones y el mérito de su coraje espiritual, que con frecuencia trajo consigo el sacrificio de sus propias vidas. Colectivamente, estos santos sociales inspiran a naciones y culturas enteras, y así, por sus vidas públicas, sirven silenciosamente a la humanidad durante generaciones.
La vocación del aspirante espiritual de vida privada es más humilde socialmente, pero es igualmente importante y supone un servicio a toda la humanidad. El santo social eleva a su sociedad a través de la acción social y del ejemplo. El devoto eleva a través del desarrollo interior. Cada incremento en el nivel de consciencia afecta a la consciencia de toda la humanidad; y lo hace de forma anónima, pero discernible y demostrable a través de la investigación espiritual. El nivel calibrado de la consciencia de la humanidad es la combinación resultante del estadio de evolución de cada uno, y los niveles calibrados superiores son inmensamente más poderosos que los negativos.
El poder del amor que emana de la consciencia de una mínima parte de la humanidad equilibra totalmente la negatividad de la masa total de seres humanos. El setenta y ocho por ciento de la población mundial se halla todavía en el rango negativo, por debajo del nivel calibrado en 200, y sólo un cuatro por ciento alcanza el nivel del Amor Incondicional, que se calibra en 540. Por tanto, cada pensamiento amoroso o compasivo pesa más que miles de pensamientos negativos en la mente de otros. No cambiamos el mundo con lo que decimos o hacemos, sino como consecuencia de lo que hemos llegado a ser. Así, todo aspirante espiritual está sirviendo al mundo.


Fuente: David R. Hawkins. El Ojo del Yo (El Grano de Mostaza - 2016)


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miércoles, 25 de octubre de 2017

Vedanta Advaita

Una introducción a la filosofía más influyente del hinduismo

Sankara
El Vedanta Advaita es la filosofía hindú más influyente. Al igual que todas las formas de Vedanta, trata de sintetizar las enseñanzas de los Upanishads en una única doctrina coherente. A diferencia de otras formas de Vedanta, enseña que sólo hay una Realidad en el universo y que todo lo demás es ilusorio.
El Vedanta Advaita está estrechamente relacionado con el Jnana Yoga, el yoga del conocimiento.
La gente a veces se refieren al Vedanta Advaita con otros nombres, como no-dualismo, no-dualidad, monismo, Mayavada, o la Escuela de Sankara. La gente a veces también abrevia el nombre indicando "Advaita" o "Vedanta".
En este artículo, usaremos Advaita.

Las Ideas principales del Vedanta Advaita

De acuerdo con el Advaita, sólo la parte más íntima de usted es consciente. Ninguna otra parte de usted puede sentir o ver o saber nada. El nombre en sánscrito de esta conciencia es atman. Es la parte de usted que es real, y se corresponde con el alma en la filosofía occidental.
Ahora aquí es donde se pone interesante. De acuerdo con el Advaita, su atman (y el mío y el de todo el mundo) es lo mismo que la realidad absoluta subyacente de todo el universo, llamada Brahman. Brahman se corresponde con la idea occidental de Dios, excepto que no es una persona super-poderosa. Es impersonal; es la fuente de todo; es lo que el universo es en realidad.
En pocas palabras, su ser interior ―el verdadero "yo"― es Dios.
Esta idea, que es la idea fundamental de los Upanishads en la que el Advaita se basa, se puede expresar en la forma de una ecuación:
Atman = Brahman
O, en términos occidentales:
Alma = Dios.
Lo que distingue al Advaita de otras interpretaciones de los Upanishads es lo siguiente: el Advaita afirma que, dado que sólo hay un Brahman, sólo hay un Atman. Sólo hay un "yo" y todos lo compartimos. Todos somos una "cosa" ―Brahman.
Además, sólo Brahman es real. Las otras cosas en el universo, como bicicletas, paraguas y nuestros cuerpos, son maya. Maya es ilusorio, ya que parece ser diferente de Brahman, pero no lo es. Debido a que maya nos engaña de esta manera, y puesto que es impermanente, Advaita dice que maya es irreal.
La forma más importante como maya nos engaña es con respecto a nosotros mismos. Creemos que somos nuestros cuerpos, nuestros pensamientos, nuestros deseos, y así sucesivamente. Pero todas estas cosas son maya. Parecen ser "yo", pero esto es una ilusión. En realidad, nuestra conciencia (el "yo" real en nosotros) es otra cosa: Brahman.
Esta es una idea muy extraña y radical. Significa que usted no es usted; usted no es en realidad ningún tipo de persona. Usted es la realidad suprema que subyace en todo el universo. La persona que parece estar en su cabeza, la persona que cree ser, no es más que una ilusión psicológica.

¿Por qué esto es importante?

El Vedanta Advaita es importante porque mediante su comprensión, puede ser capaz de acercarse a la auto-realización. De hecho, al hacer el esfuerzo de comprenderlo, usted está participando en el Jnana Yoga, el yoga del conocimiento, uno de los métodos tradicionales de alcanzar la iluminación.
Para ver por qué esto es así, usted tiene que examinar la idea de que sólo el atman es consciente. Esta idea es más sutil de lo que parece a primera vista.
Si cierra los ojos por un momento y trata de centrar su atención en su yo interior, parecerá fácil al principio. Usted será inmediatamente consciente de los sentimientos, esperanzas, pensamientos, deseos, miedos, y una sensación general de sí mismo. Este es el usted interior, ¿no?
Bueno, pues no. De acuerdo con el Advaita, si usted es consciente de algo, ese algo no es usted realmente. El verdadero usted (el atman) es la parte que es consciente. No es nada de lo que usted sea consciente o tenga conocimiento de ello.
Examine esos objetos internos en los que se centró hace un momento. Usted era consciente de ellos, ¿no? Incluso esa sensación de "yo" es algo de lo que era consciente. Bueno, entonces, de acuerdo con el Advaita, no puede ser el verdadero yo. El verdadero yo (usted) es la parte que es consciente, no algo de lo que usted es consciente.
Este tipo de examen es llamado viveka (discriminación) en sánscrito. Es un componente principal del método tradicional del Jnana Yoga. Si usted sigue haciéndolo, descubrirá que todo lo que actualmente usted considera como sí mismo (incluyendo su ego y la mente) no es consciente. La conciencia en usted es diferente de esas cosas.
Usted puede ir aún más lejos. He aquí un hecho interesante: No importa cuánto se esfuerce, usted no puede centrar su atención en la parte de usted que es consciente. Si pudiera, se convertiría en algo de lo que es consciente o de su conocimiento.
Haciendo un esfuerzo extenuante para hacer esto, a pesar de que es imposible, es un componente principal del método de la auto-indagación de Ramana Maharshi (vicara en sánscrito). Si lo intenta lo suficiente, finalmente llegará al convencimiento de que su sentido ordinario de sí mismo ―su ego― no es realmente usted. De hecho, se dará cuenta de que es una ilusión. (Por cierto, no cometa el error de pensar que esto es todo lo que hay en el método de Ramana. Ver que "usted" es una ilusión es una percepción maravillosa, pero no es la auto-realización.)

Lecturas recomendadas

El mejor resumen sobre Vedanta Advaita que hemos visto se encuentra en los siguientes libros: S. Radhakrishnan, Indian Philosophy, Volume II, y S. Dasgupta, A History of Indian Philosophy, Volumes I and II.
La Enciclopedia Británica contiene un buen resumen del Vedanta Advaita en el artículo titulado "Indian Philosoply" bajo el subtítulo de "Vedanta". (Los artículos que se encuentran directamente bajo "Vedanta" y "Advaita" no son tan buenos.)
Si desea leer las obras originales filosóficas que crearon la tradición Advaita, probablemente debería comenzar con Sankara. Sus libros más importantes son Brahma Sutra Bhasya y sus comentarios sobre algunos Upanisads. Estos libros son muy técnicos y difíciles de leer. Algunos libros más fáciles, como Viveka-Chudamani y Atmabodhi también fueron tradicionalmente atribuidos a él, pero los eruditos modernos han puesto en duda si realmente los escribió. Probablemente la mejor opción, si quiere probar con un solo libro suyo, es Upadesa Sahasri.
La tradición Advaita reconoce tres fuentes textuales de especial importancia: los UpanishadsBrahma Sutra, y el Bhagavad Gita.
Además de las obras técnicas de filosofía, la tradición Advaitan ha generado un gran número de obras literarias que son hermosas, entretenidas y útiles para la práctica del Jnana Yoga. Estas incluyen el Yoga-Vasistha, el Ashtavakra Gita, y el Avadhut Gita.
La tradición Advaita también ha producido un gran número de libros de gurús con la intención de ayudar a otras personas a alcanzar la auto-realización. Los dos más grandes autores de esta categoría en los últimos tiempos son Ramana Maharshi y Nisargadatta Maharaj. Consulte la sección de libros en esta página web para encontrar libros publicados en español de estos sabios así como de otros maestros y autores Advaita. Para conocer otros maestros y gurús, incluyendo los modernos occidentales, consulte la sección Maestros de nuestra página web.
Fuente: Cortesía de Realization.org

jueves, 12 de octubre de 2017

La verdadera meditación

por Joan Tollifson
Joan Tollifson
Siempre dudo en utilizar la palabra meditación, porque se utiliza de muchas maneras diferentes para significar muchas cosas diferentes. Como yo utilizo la palabra, la meditación no tiene nada que ver con posturas o prácticas específicas, ni con estar inmóviles durante sesiones de tiempo. No se necesita incienso, ni cojines especiales, no hay que sentarse con las piernas cruzadas, ni hacer nada extravagante en absoluto. Puede ocurrir en un sillón o en un avión. Simplemente significa estar aquí, en quietud, sin todas las cosas que normalmente absorben la atención ―simplemente estar presentes y conscientes de lo que es, tal como es― permitir que todo sea como es, sin tratar de manipularlo o controlarlo, sin juzgar, etiquetar o contar historias al respecto. No hay que intentar entrar en ningún estado especial ni lograr nada; ni tratar de deshacerse de todo lo que aparece. Y si el control, el juicio, la etiqueta, el intento, la resistencia o el contar historias ocurren, sea como fuere, significa simplemente verlo claramente por lo que es, sentir cómo ese movimiento del pensamiento aparece en el cuerpo en forma de sensaciones y permitir que todo se revele y desparezca a su debido tiempo.
En lugar de perderse en el pensamiento continuo, la meditación tiene que ver con la conciencia ― dando una atención abierta al ámbito de la percepción, la sensación y el conocimiento directo (la respiración, los sonidos, las sensaciones corporales, los colores y las formas, las fragancias, los sabores) y a la presencia consciente que lo contempla todo, la escucha silenciosa, la espaciosidad del ser. La meditación es sentir esta presencia espaciosa que somos, esta infinita inmensidad Aquí-Ahora, esta profunda quietud. Es probable que los pensamientos sigan apareciendo, pero una vez que el pensamiento es advertido, la atención puede abrirse y relajarse de nuevo en el puro ser.
En cualquier momento, ya sea unos pocos segundos entre los clientes, o una hora por la mañana o antes de acostarse, o mientras se viaja en autobús para ir a trabajar, o sentado en una sala de espera, en lugar de estar constantemente ocupados haciendo algo, leyendo algo, diciendo algo, consumiendo comida o información, revisando nuestros teléfonos, nuestro correo electrónico o nuestras redes sociales, o pensando en lo que sea ― la meditación es simplemente estar quieto. Ser consciente. Estar presente. Solo ser. No hacer nada en absoluto.
Además de "solo ser", la meditación también puede significar explorar la realidad viviente de una manera meditativa ―con la conciencia y atención abierta, en lugar de con el pensamiento― observando cómo se desarrollan las decisiones, viendo si el "yo" que parece tomar estas decisiones puede ser encontrado realmente, si hay un pensador que sea el autor de los pensamientos, si se puede encontrar algún límite real entre "dentro" y "fuera", si hay algún límite en el Aquí-Ahora ... viendo cómo el pensamiento divide, categoriza, etiqueta y cuenta historias y cómo el sufrimiento sucede. Todo esto (y más) puede ser explorado directamente con la conciencia.



sábado, 7 de octubre de 2017

Nadie ha nacido

Conversaciones con Sri Nisargadatta Maharaj

3 de enero de 1980
Nisargadatta Maharaj
Maharaj: La dualidad hizo su aparición en el instante mismo en que nació su sensación de ser, su eseidad. El movimiento llena el mundo manifestado, creando y destruyendo sin cesar formas innumerables La consciencia es de naturaleza universal, lo mismo que el espacio. La consciencia que encierra el cuerpo no es más que una pequeñísima experiencia, pero por su naturaleza, por su cualidad, es esencialmente idéntica a la consciencia universal. Y lo mismo ocurre con el espacio.
La imaginación y la memoria crean un cuerpo y una personalidad; y entonces lo manifestado cree equivocadamente ser ese cuerpo y esa personalidad.
Interlocutor: ¿Cuál es la causa de la aparición del ser?
Mah.: Lo mismo que el sueño que usted sueña no tiene causa, así el ser tampoco tiene causa. Explíqueme por qué sueña. El sueño es sin causa y, por tanto, sin lógica.
Las cosas que vemos en el mundo manifestado son comparables a las imágenes que aparecen en la pantalla de televisión.
¿A quién damos nosotros el nombre de padres? A dos formas físicas solamente; cuando éstas mueren, ¿estimamos que son nuestros padres quienes mueren? Aquello que dio nacimiento a mi ser, sin que yo tuviese conocimiento de ello, eso es mis padres, es decir, la fuente, el origen.
Si veo el mundo y pienso en Dios, es únicamente porque yo soy. Por lo tanto Dios es, porque yo soy. Si yo no soy, Dios tampoco es. Le voy a dar una fórmula que lo hará todo por usted: mantenga constantemente en su espíritu: "yo soy Dios, sin mí Dios no existe". Una vez usted se halle firmemente establecido en esta fórmula, todo lo que es sin importancia se disipará poco a poco.
En la etapa siguiente —le he dicho que primeramente repita "yo soy Dios"— deberá dejar a un lado las palabras "yo soy Dios", y llegar a lo que era antes de la comprensión de las palabras. Eso es Dios y eso es usted, no las palabras.
El cartero viene a traerme el correo. Puede ser un hombre muy pequeño, pero es plenamente consciente de representar al gobierno. Mi sensación "Yo Soy" es el registro de la presencia de Dios.
La cuestión original es saber cómo ir más allá la consciencia. La consciencia está ligada al tiempo, pero es nuestro único capital, por eso es tan importante.
Int.: No alcanzo a seguirle.
Mah.: Es por su identificación con el cuerpo; no es fácil abandonarla.
Int.: Enséñenos alguna astucia.
Mah.: El único remedio es meditar y reflexionar sin descanso sobre lo que he dicho. Gradualmente su autolimitación desaparecerá, así como su sensación de estar separado. Para resolver el enigma es necesario practicar la meditación profunda durante un largo período. Meditar significa que el ser mismo se absorbe en el ser. Tras practicar durante un largo período este tipo de meditación, se llega a conocer al Conocedor del ser.
Yo soy el Conocedor de la consciencia. Y sólo puedo conocer todo lo demás, y no a mí mismo. Este enigma se resolverá por sí solo gracias a la práctica constante de la meditación profunda.
Ahora está convencido de ser el conocedor de la consciencia. ¿No?
Int.: Sí.
Mah.: Lo está, pero queda una identificación mental con el cuerpo que le hace sentir que algo bueno va a acontecerle a usted. Ahora, tiene un cierto conocimiento, y eso le hace sentirse muy feliz. Ese conocimiento ha disipado la ignorancia. En el curso de ese barrido de la ignorancia, el conocimiento también desaparecerá. Sólo usted quedará.
El sonido que tiene que oír es el sonido silencioso. Sólo el sonido silencioso puede oír el sonido real.
Int.: ¿Es Dios el equivalente de lo manifestado sin forma?
Mah.: Dios es el sonido silencioso. Está en lo manifestado, pues todo lo que estamos hablando se refiere a lo manifestado. Lo No-Manifestado no está en absoluto dotado de palabra.

29 de marzo de 1980
Maharaj: Cuando el cuerpo muere va a mezclarse con los cinco elementos. El soplo vital se mezcla con el aire, y la consciencia con la consciencia universal. Entonces, la consciencia que estaba sometida a los tres Gunas en el cuerpo se libera, deviniendo Nirguna. La idea de renacimiento es un concepto, pues el renacimiento implica forzosamente la muerte. ¿Qué es lo que muere? Nada. ¿Quién va a renacer? Nadie ha nacido.
Sea cual sea la educación que usted ha recibido, tenía por fundamento el cuerpo-mente. Y sus conceptos jamás serán otra cosa que conceptos. Pero una vez que el cuerpo se ha mezclado con los cinco elementos, el soplo con el aire y la consciencia con la consciencia universal, los conceptos pierden su base, su soporte. En consecuencia, ¿a dónde irán?
La consciencia universal no viene de ninguna parte; es universal. Existe en estado latente en todo alimento. No viene de ningún lugar, está ya latente; nace automáticamente en la forma en el momento de su creación, al mismo tiempo que la fuerza vital.
La semilla infinitesimal contiene ya el árbol todo entero en estado latente; crecerá y se multiplicará en el momento oportuno. La semilla, el producto químico, el ser, encierra el universo de usted entero. Haga preguntas tomando por punto de partida el ser y no lo que ha oído decir.
El ser posee sus propias cualidades latentes, gracias a las cuales puede manifestarse en el mundo. ¿Cómo actúa en el mundo? Con la ayuda de propiedades mecánicas.
La eseidad tiene su propio modo mecánico de funcionamiento en el mundo y esas propiedades están latentes en el principio químico. Tome por ejemplo la lombriz de tierra, el insecto o la rata: ellos mismos cavan el agujero donde vivirán. Lo mismo ocurre con los seres humanos, tienen su propio modo de funcionamiento. ¿Cuál es su origen? Su ser.
Int.: Pero el ser es único, no hay multitudes de seres individuales.
Mah.: El espacio es uno, el aire es uno, el fuego es uno. Del mismo modo, la consciencia es una igualmente.
Resulta de la combinación integrada de los cinco elementos. El ser es, por tanto, el producto de la esencia de alimento salido de la marea elemental quíntuple.
En el momento de la concepción, el principio del ser —el producto químnico— fotografía la situación, cualquiera que sea. La emulsión química que recubre la película registra las impresiones.
El principio del ser ha tomado la fotografía sin tener conocimiento de ello. En esa etapa todavía no está dotado de inteligencia. Más adelante ese principio llega a una madurez suficiente y alcanza su objetivo mismo: el de feto. ¿Cuál es ese objetivo? Conocerse como "Yo Soy". Ese conocimiento se manifiesta en el niño en el momento oportuno.
Yo le enseño su verdadera naturaleza: usted es Nirguna, lo mismo que el Señor Krishna. El Señor Krishna era el No-Nacido, el principio Nirguna, lo mismo que es usted.
A cada instante la consciencia universal da nacimiento a innumerables formas de toda especie: insectos, animales, seres humanos; y hay gentes que pretenden que nosotros hemos conocido múltiples nacimientos. ¿Recuerdan esas gentes todos esos nacimientos? Yo no tengo conscientemente conocimiento de mi nacimiento, pero se me acusa de haber nacido. En realidad usted acepta esos conceptos porque tiene miedo a la muerte.
¡El que se ha librado de las cosas que van y que vienen, el que a fin de cuentas se deshace completamente del concepto "Yo Soy" que mantenía, está completamente liberado!
En la India, la sadhana consiste en recitar el nombre sagrado de Dios. Sin nombre ni título usted no puede vivir en el mundo. Se le da un cierto título o nombre que representa el de Dios y que es el propio nombre de usted. Cuando recita el nombre, se extiende y le da todo el conocimiento. Es su propia naturaleza real. No debe detener esa recitación; aunque el cuerpo esté vivo o a punto de morir, usted debe continuar recitando el nombre. Suponiendo que sea un imbécil quien recita el nombre, su naturaleza eterna no por ello se abrirá menos. Cuando se produce un acontecimiento tal, las gentes se presentarán ante él por centenares, a fin de rendirle homenaje o de testimoniarle su veneración.
En la India, la recitación del nombre sagrado es muy importante, mientras que en los demás países se pone el acento sobre el intelecto, lo que tiene por resultado que sus habitantes sean muy eficaces en la vida mundana. La recitación del mantra del sagrado nombre es una tradición de la línea de sucesión de los Navnathas a la cual pertenezco. Los grandes Sabios de esta línea no eran instruidos —eran seres simples, pero no por ello alcanzaron menos el estado supremo.
Después de haber leído "Yo Soy [Eso]", numerosas personas vienen aquí. Cuando me encuentro entre la gente no llegan a reconocerme, pues no tengo una personalidad extraordinaria ni brillante. Finalmente, cuando me siento sobre este estrado un poco elevado, se dicen: "¡Ah, seguramente es él!". Pero primero me miran y no me ven.
Int.: Dado que Maharaj niega la idea de los nacimientos anteriores, ¿se puede interpretar que los samskaras vienen de esta vida?
Mah.: Sí, pero los amigos que usted tiene en este nacimiento intentarán decirle que los samskaras provienen de nacimientos anteriores.
(Extraído de Semillas de Conciencia)
Fuente: Nisargadatta Maharaj. Semillas de Conciencia (Edit. Sirio, 1995)

Este "yo" no es un individuo

por Nisargadatta Maharaj
Nisargadatta Maharaj
Maharaj: Un buscador espiritual real reflexiona sobre estas cosas constantemente: cuando no tengo ningún cuerpo, ¿qué soy yo? ¿Qué es la Realidad última?
El estado absoluto no puede ser explicado con palabras. Las palabras son sólo indicadores. Usted es ese absoluto, sin cambio. La consciencia, o la cognitividad, es homogénea y es sólo una. Cuando usted está en ese estado de consciencia, todo es uno, todo es lo mismo, sólo las expresiones son diferentes.
Todo lo que se consume, todo lo que se agota es irreal. A su debido tiempo, su cognitividad se consumirá, desaparecerá, de modo que no puede ser real; pero usted no puede desecharla, usted debe comprenderla plenamente.
Actualmente hay numerosos intereses en sus asociaciones con este mundo, debido a que usted tiene la asociación del soplo vital. Suponga que el soplo vital se va. ¿Qué les acontecerá entonces a todas sus asociaciones con el mundo?
Este conocimiento que ha sido expuesto no se desperdiciará, muchas gentes se han beneficiado de él. Vendrá el tiempo en que ellos serán iluminados también y, entonces, expondrán el conocimiento.
El estado de un jñani permanece el mismo con o sin el cuerpo.
Usted debe meditar, usted no debe perder lo que ha aprendido.
Cuando uno se desidentifica del cuerpo, uno no trasciende sólo el cuerpo sino la consciencia también, puesto que la consciencia es un producto del cuerpo. La consciencia ya no dice, yo soyyo soy.
30 de enero de 1981
 
Maharaj: Todo acontece debido a nuestro propio Sí mismo. Esta consciencia es sentida espontáneamente sólo en el Sí mismo. Este yo no es un individuo. Lo que es, es lo Absoluto inmanifestado. Lo que aparece, como si se tratara de un sueño, es el mundo manifestado, el mundo relativo; y esta experiencia de este estado como de sueño, es la misma, un estado idéntico para todos.
En este proceso de funcionamiento que deviene manifiesto, si usted acepta algo como un acontecimiento individual, entonces ello le afecta a usted como un individuo. Si usted no acepta nada como un individuo, sino como funcionamiento total, entonces usted es libre de todo lo que está aconteciendo. El conocimiento del Sí mismo es esta sensación de yo soidadcomo de sueño. Al asumir una identidad separada, uno tiñe lo que es incoloro; eso es el pecado original.
Vaya a la raíz misma: ¿quién es usted, qué es usted? Usted es el producto de los cinco elementos, usted ha tomado el soporte de los cinco elementos. Su sensación de yo soidademana de los cinco elementos. Enfoque su atención en ese punto. ¿Qué cambio debe ocurrir en usted para que usted se dé cuenta de su Sí mismo? ¿Qué cambio puede ocurrirle a usted? Cuando viene aquí, usted debe estar esperando que acontezca algo. ¿Qué cambio espera en usted mismo, poder decir, ahora he alcanzado lo que buscaba. Ya no necesito ir más a Maharaj? ¿Desde qué estado está hablando usted? ¿Qué es ese estado? En ese estado como de sueño, yo no estoy guardando un registro de nadie que viene aquí, ni de ninguna conversación entre nosotros.
13 de marzo de 1981
 
Maharaj: Si usted se sienta aquí en quietud, siendo uno con el conocimiento yo soy, entonces usted no está interesado en el mundo ni en lo que ocurre en el mundo. Sólo cuando la consciencia comienza a operar y hay diferentes movimientos en la consciencia, sólo entonces tiene lugar el comportamiento en el mundo. Cuando yo no soy consciente de la existencia del cuerpo, no se registran experiencias.
De la misma manera que el universo está contenido en la consciencia, así también este cuerpo físico es meramente una apariencia en la consciencia, percibida y conocida por la consciencia. Ninguna suma de esfuerzo puede hacer que usted comprenda esto; sólo una profundísima apercepción de esto en la consciencia hará que esa experiencia acontezca por sí misma.
Alguien en esa condición, donde la consciencia está presente, pero el registro de la existencia del cuerpo no está, incluso en ese estado las condiciones del cuerpo cambian constantemente. Todo esto es una apariencia en la consciencia; por consiguiente, la consciencia tiene que sufrir todas las condiciones cambiantes.
En ese estado acontecen numerosos acontecimientos; pero todo lo que está aconteciendo realmente es un funcionamiento total contra el trasfondo de este vacío que, en realidad, es realmente la consciencia. No hay ninguna identidad separada; lo que ES, es esta consciencia; aparte de eso, nadie puede existir.
Cuando usted está muy tranquilo, usted ha llegado a la base de todo. Eso es el estado azul obscuro profundo en el que hay millones de estrellas y planetas. Cuando usted está en ese estado, usted no tiene ninguna consciencia de su existencia.
24 de marzo de 1981